¿Cuáles gafas? ¿Por qué hay gente tan elegante? ¿Qué era lo que había que traer? Hoy, muchos que estaban perdidos, aparecieron para darse cuenta de que ya había algo completamente montado: Unos, listos a observar, listos a mirar el trabajo de sus compañeros; otros, por otro lado, muy en su película, ensayando libretos, pasando videos a la presentación, arreglándose para el ruedo, acobardando al miedo para que no se hiciera presente en primera fila.
Listos o no, la presentación de nuestros dos conceptos inició, y con ella, el silencio y la expectativa de leer los pensamientos. “Y… ¿quién es todo el mundo?”, fue una pregunta que rondó y se respiró durante un gran momento, donde se mostraba lo errado de la generalización donde nunca vamos a estar seguros del completo conocimiento de otro ser. Luego, unos cuantos estudiantes de forma misteriosa entraron con gafas oscuras, grandes, pequeñas, enormes, coloridas (“…y recuerden traer las gafas, no importa el estilo, el color o el tamaño”, fue la instrucción). ¿Una playa, quizás? ¿Mucho sol? Jejeje… no. Realmente, el significado era referido a nuestros nuevos ojos, a una mirada que va más allá, ya que en el centro de la ciudad, todo lo desconocido se hará evidente.
Unos cuantos minutos de break para la decisión. ¿Gustó? ¿No gustó?… he ahí el dilema. La tensión del momento fue perfecta para que Lina, la teacher, nos hiciera una pequeña broma al mejor estilo de los pares colaborativos: “Toca empezar de cero porque ninguna de las dos propuestas gustó y entonces… hay que traer nuevas para mañana”. Sí, hubo un silencio cortante que después se convirtió en risa ante el anuncio de la farsa con una amplia sonrisa: “¡Mentiraaasss!”.
Lina Pineda explicó que les habían gustado las dos propuestas, la segunda (Viaje al Centro de la Ciudad) más que la otra, ya que ésta era más amplia en cuanto a lo que se quería mostrar con la experiencia.
El paso siguiente es realizar mpañas de éste concepto, y de ellas, se escogerá la mejor. Con los grupos listos y todas las ganas de hacer algo realmente bueno para la evolución de este concepto, nos fuimos de allí pensando: “ahora sí, ¡A TRABAJAR!… ¡y con ganas!